Se habla mucho de la inteligencia
emocional y de la gestión de las emociones. Para que puedas aprender a
gestionar las emociones, he decidido hacer una serie de artículos para que poco
a poco puedas aprender y poner en práctica la gestión emocional.
Antes de empezar a entrar en cada
tipo de emoción y descifrar aquello de lo que nos está informando, hay algo que
me gustaría que tuvieras en cuenta antes de introducirnos plenamente en las
emociones.
DEFINICIÓN DE TÉRMINOS
Emoción: Es el impacto
electromagnético que recibo del exterior. Las emociones provienen de fuera de nosotros
y nos impactan en el estómago.
Sensibilidad: Es la capacidad de
que tengo de darme cuenta de lo que estoy sintiendo. Es algo que puedo
aprender.
Sentimiento: Una vez me he dado
cuenta de lo que siento, le pongo nombre. Lo proceso mentalmente. Los
sentimientos los generamos nosotros con nuestros procesos mentales.
Personas Emocionales: Todos somos
seres emocionales porque estamos constantemente en la emoción. No existen
personas más o menos emocionales. Lo que nos diferencia es nuestra
sensibilidad.
Inteligencia Emocional: La inteligencia
emocional es la habilidad que tenemos en gestionar las emociones. Cuánta más
habilidad tenemos, más inteligentes emocionalmente somos.
Gestión Emocional: Habilidad para
gestionar las emociones.
Control Emocional: El control
emocional es aquello que la sociedad nos ha enseñado y es todo lo contrario de
gestionar las emociones. Culturalmente se nos enseña a no mostrar las
emociones, taparlas, esconderlas en algún lugar de nosotros y hacer como que no
pasa nada. Es por eso, que cuando vemos a alguien que hace todo lo contrario
solemos mirarl@ con ‘mala cara’
Sostener: Sostener es la
capacidad de darme cuenta de lo que estoy sintiendo, y atendiendo a que no es
el momento de gestionar lo que me está pasando, de alguna manera lo ‘guardo en
modo espera’ en algún lugar de mí, para más tarde recuperarlo y prestarle la
atención que se merece.
RESPONSABILIDAD
Con los términos definidos, hoy
me gustaría trasladarte el primer punto que considero más importante para poder
gestionar cualquier emoción, y es la responsabilidad.
Cada uno de nosotros somos
responsables de nuestros sentimientos. No es la otra persona que hace que me
enfade constantemente y me ponga de mal humor, ni la situación que estoy
viviendo que me angustia, o me pesa… es lo que me ocurre a mí con lo que hace o
dice la otra persona, o lo que me pasa a mí con esta situación que estoy
viviendo.
Esto que solemos hacer bastante a
menudo e incluso es muy común escucharlo en las conversaciones que tenemos es de
suma importancia, ya que no puedo gestionar algo de lo que no me responsabilizo.
Ya no solo eso, sino que estoy culpando a los demás y a las circunstancias de
lo que estoy sintiendo, posicionándome de esta manera como víctima de los
hechos.
Recuerda, solo puedo actuar desde
la responsabilidad y no desde el victimismo.
En próximos artículos te hablaré
sobre las diferentes emociones que hay, que nos indican cada una de ellas y
cómo abordarlas.
Me gustaría que me comentaras
como vives tú las emociones, y si has decidido empezar aplicar este nuevo
cambio y hacerte responsable de lo que tu sientes. Si es así, ¿Cómo te estas
sintiendo? ¿Qué cambios se están generando en ti? ¿Hay alguna situación en la
que te sea más difícil hacerte responsable? Espero tus comentarios.
Un abrazo!
Àsia Selma
Coach Profesional
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